Mientras venía hoy para el trabajo y bailaba en mi carro un disco súper movido (dicen por ahí que yo bailo todo... hasta los anuncios) se me ocurrió que podía comparar la vida un gran baile.
A veces nos tocan boleros (cuando las cosas van suaves, tranquilas)...
Que de repente se transforman en merengues de calle súper rápidos...
O cuando menos lo piensas estás bailando una salsa complicadísima...
La clave sería disfrutar el baile lo más que de pueda, aprender los pasos que no te sepas, pedir a "bailarines" expertos que te enseñen nuevas vueltas y sobre todo... saber que hay bailes que deberás dejar pasar.
miércoles, 20 de febrero de 2008
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1 comentario:
Excelente reflexión, de mi parte sólo añadiría que hay que recordar por lo general no siempre bailamos solos, lo cual tendría que llevarnos a pensar en el, la, los, o las que bailan con nosotros, tratando de hacer que también está persona pueda aprender a disfrutar del baile tanto como yo, pues un "baile" compartido seguro se disfruta mucho más.
tu amigo y hermano Eddy Peña sdb.
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