viernes, 26 de junio de 2009

Detrás de la oreja


Llegó a mis manos una de las múltiples revistas gratis que se distribuyen y que están orientadas a presentarla "vida de la juventud" y lo que se mueve en el medio. Usualmente no las leo y prefiero botarlas inmediatamente (sobre todo porque casi siempre me las echan en la funda con las DVD´s que alquilo). Sin embargo, no sé qué mosquitome picó hoy y decidí observar una de ellas... porque leer, lo que se dice leer es un poco difícil ya que el 80% de sucontenido son fotos de las actividades y anuncios.

Haciendo un análisis para nada exhaustivo de esta revista (que me reservo el nombre, pero todas son iguales), si un extranjero que nunca a venido a este país la viera podría decir lo siguiente sobre los dominicanos:

  • Son descendientes de inmigrantes venidos de los países nórdicos, porque todos son de tez blanca, pelo lacio y ojos claros.
  • Son personas con una posición económica boyante, lo que les permite estar siempre en todas las fiestas y actividades sociales.
  • Podrían dedicarse al mundo de la moda, porque siempre están vestidos de acuerdo a las últimas tendencias.
  • No obstante, sufrirán prontamente de cirrosis hepática, dado que siempre están con un trago.
  • Son gente cabeza hueca, porque sólo es interesa nada más que las fiestas y el bonche.

Y aquí me detengo porque mientras más veo la revista y escribo esta entrada más "cuerda" me da. Y surgen las eternas preguntas:

  • ¿Hasta cuándo quienes manejan los medios seguirán siendo discriminatorios con algo tan estúpido como el color de la piel?
  • ¿No conocen ellos que más del 60% de la población dominicana es negra o mulata? (Nada de indio, que a esos los mató Colón)
  • ¿Es que la juventud dominicana sólo vive en fiestas en las discotecas de moda? ¿Acaso no saben estos "guruses" de los medios quela mayoría de nuestra juventud lo que hace es trabajar (los que tienen la suerte) para pagarse un instituto o universidad en el que estudiar y poder "echar para alante"? Es cierto que hay jóvenes en otra cosa (delincuentes, en drogas, etc.), pero no son la mayoría!
  • ¿Por qué no publicar junto a la foto de las chicas bailando música electrónica otra del grupo de jóvenes en el barrio reparandouna escuela, o haciendo una colecta para buscar fondos para la biblioteca de la comunidad, o tomando su guagua o metro con el uniforme del trabajo, la lonchera de la comida y los libros en otra para ir a estudiar? Claro, si esos muchachos fueran de algún gran apellido de nuestro país entonces sí aparecerían.

Mejor lo dejo aquí porque estoy empezando el día y me va a dar una cosa...

Gracias a Dios que en la blogósfera no importan ni tu apellido, ni tu físico ni el color de tu piel; sólo importa lo más importante:lo que tienes en la cabeza y el corazón.

A los que son comunicadores sociales o estudian esta carrera, por favor no perpetúen la vacuidad y la mediocridad. Hagan la diferencia y sean realistas. No es que ahora se vayan al extremo y se dejen los afros, se cuelguen collares, faldas largas y vivan hablando de la"negritud dominicana" (Si lo hacen OK) pero recuerden que los dominicanos somos mucho más que lo que aparece el 90% de las vecesen los medios de comunicación y todos "tenemos el negro detrás de la oreja". En mi caso es detrás, delante y por todo el cuerpo, con mucho orgullo.

lunes, 15 de junio de 2009

Mañana... un año más

Mañana es mi cumpleaños. No lo estoy publicando por el interés narcisista de que me llamen o me escriban para hacerme sentir bien. Aunque claro que el día de mi cumpleaños me alegra mucho saber que hay gente que me quiere y se recuerda de mí… pero en el fondo para mí es más importante que se recuerden (aunque no me llamen ni me lo digan) los restantes 364 días del año. Ojo, eso no quiere decir que no me llamen mañana, jajaja

Pero el punto es que aunque para mucha gente el día de cumpleaños es un día para mucha fiesta externa, globos, bizcocho, regalos, luces y un largo etcétera… para mí mi cumpleaños es más una celebración interna, que vivo y disfruto yo en la tranquilidad y en el silencio… aunque aprecio muchísimo los gestos que la gente tiene conmigo ese día.

Y mañana cumplo 32. Y han sido 32 años vividos a plenitud, a Dios las gracias. Puedo confesar que he vivido con intensidad todas las etapas de mi vida: mi niñez, con mis carritos y las interminables horas frente a la televisión viendo muñequitos; mi pre y adolescencia, con el descubrimiento de las grandes amistades (que todavía hoy perduran) y los primeros latidos nerviosos del corazón por una chica, los campamentos y las interminables horas de chercha, las fiesta de quince años, los viernes de colores en el colegio, las clases de inglés, los sueños increíbles pero que sentíamos concretos y realizables; la primera juventud, con la vida universitaria, el centro juvenil (priceles!!!), los “amores serios”, el trabajo, el seminario (again priceless!!)… Y hace unos pocos años los cambios en la vida: el encontrar mi media naranja, el matrimonio y todo lo bueno y retante que es… y ahora Emma, que viene en camino y llegará seguramente el mes que viene.

La lista anterior se queda corta. Mientras la escribo pasan por mi mente miles de experiencias, algunas lejanas, otras recientes. Y sólo una palabra viene a mis labios: Gracias!!! “Gracias a la vida que me ha dado tanto” como dice Mercedes Sosa cuando canta con esa voz que transporta a uno a un mundo de sueños. Y frente a las puertas de un nuevo año sólo digo: Adelante!!! Todavía hay mucho que hacer, muchos proyectos que soñar y construir…

Aquí estoy yo y en este día de mi “no-cumpleaños” (¿recuerdan a Alicia en el País de las Maravillas?) y vísperas de mi cumpleaños yo mismo me digo a mí: ¡Felicidades! Y para los que llevan cuentas de los años y piensan que después de los “tá” ya se es adulto y viejo les digo: “La juventud no es cosa de la edad sino del corazón” y el mío se siente como de 18. ¡He dicho!

Y la cortina bajó por última vez.


Para los que me conocen saben que la razón de mi desaparición de muchos ambientes, de manera especial de este blog, era por estar inmerso en los ensayos y el montaje de “Habitación 77”, la obra teatral con la que concluía mi participación y formación en el “Taller de Actuación Enrique Chao”.


Han sido varios meses (desde enero) super intensos de ensayos, trabajo grupal y personal, cansancio físico y emocional, frustraciones, molestias, discusiones, sacrificios (mi familia y mis amigos lo sabes!!!)… pero también de gran crecimiento como ser humano, como actor. En estos meses he conocido a personas que han dejado su marca en mi vida, personas muy diferentes a mí, pero todas muy especiales, únicas e irrepetibles.

Anoche la cortina de la Sala Ravelo del Teatro Nacional bajó por última vez… Después de los meses de arduo trabajo y de seis funciones a casa llena ¿qué queda hoy?. Intentaré enumerar algunas:

  • La satisfacción del deber cumplido, con calidad, con entrega, con pasión, con entusiasmo y con ilusión.

  • La gran alegría de poder decir “lo logré”, o mejor dicho, “lo logramos”.

  • Los aplausos y las felicitaciones de los amigos que fueron, de los desconocidos que se acercaron, sus miradas de aprobación. Las críticas constructivas de nuestros maestros tras cada función, que nos permitieron seguir mejorando día tras día.

  • Los galones de sudor, sangre y lágrimas derramados en los lugares de ensayo y en el escenario… unidos al orgullo de haber pisado las tablas con tan talentosos artistas y guiados de la mano de geniales maestros (Enrique y Jeancarlos).

  • Un poco de melancolía por las personas que vamos a extrañar, por los largos encuentros que se hicieron costumbre en donde se compartió de todo, desde algo tan sencillo como la comida, hasta profundas confidencias de vida, salpicadas de risas, relajos y a veces, de lágrimas.

“Habitación 77” fue más que una obra, más que una tesis, más que un examen de graduación: fue la excusa que la vida se tomó para unir a un grupo de jóvenes ilusionados, apasionados por la vida y por el teatro. “Habitación 77” ha sido el pistoletazo de salida para las carreras exitosas de nuevas caras en el arte dominicano. “Habitación 77” ha sido un inmenso taller en donde entramos como estudiantes y del cual hemos salido graduados, no sólo de actores sino sobre todo de mejores seres humanos.

La cortina bajó ayer domingo para “Habitación 77” (por lo menos en su primera temporada) pero hoy se ha levantado de nuevo para la obra más importante y cuyo libreto estamos aún escribiendo: el resto de nuestras vidas.